28 May El riesgo climático es un riesgo de inversión: Larry Fink
- La sostenibilidad se posiciona en el centro de las inversiones.
- El 2020 registró un incremento del 96% en inversiones sostenibles.
Por Edith González
A pesar de incontables informes, estudios y pronósticos hechos hace más de una década por organismos internacionales, universidades y think tank de todo el mundo, hacía falta que el financiero Laurence D. Fink (Larry Fink) , director de BlackRock -la firma más grande en la gestión de activos-, se declarará a favor de las inversiones verdes para que bancos, financieras, corporaciones y otros negocios, en lugar de cortar sus programas de sostenibilidad en época de post pandemia, los hayan mantenido e incluso reforzado.
A inicios del año pasado, el “inversionista más poderoso de mundo con 9 billones de dólares”, envió la carta Un cambio estructural de las finanzas a CEOs y líderes corporativos de todo el mundo en la que señalaba que las inversiones verdes son rentables, se pronunció a favor de los criterios de sostenibilidad y fue más allá: señaló que el cambio climático será un factor decisivo en las perspectivas a largo plazo de las compañías.
“La evidencia con relación al riesgo climático está convenciendo a inversionistas a reevaluar los supuestos básicos sobre las finanzas actuales…Las consecuencias socioeconómicas del riesgo climático están profundizando nuestra comprensión respecto a cómo el riesgo climático impactará tanto nuestro mundo físico como el sistema global que financia el crecimiento económico”, afirmó Fink.
A través de BlackRock, su firma de inversión, anunció una serie de iniciativas para posicionar la sostenibilidad en el centro de sus inversiones, entre las cuales destacan:
- Hacer de la sostenibilidad una pieza integral en la construcción de portafolios y el manejo del riesgo
- Desinvertir en acciones que presentan un alto riesgo relativo a la sostenibilidad , como productoras de carbón térmico
- Lanzar nuevos productos de inversión que eviten combustibles fósiles
- Fortalecer el compromiso con la sostenibilidad y la transparencia en las actividades de inversión.
Sus palabras tuvieron eco. De enero a noviembre del 2020, los inversionistas en fondos de inversión y ETFs (fondos cotizados como bonos o acciones) invirtieron 288 mil mdd en activos sostenibles, un incremento del 96% con respecto a todo el 2019 y, de una muestra representativa a nivel mundial, el 81% de los índices sostenibles demostraron mejor desempeño que los índices de referencia. Lo que Fink llama el comienzo de una transición larga pero rápidamente acelerada.
En el terreno público, la Reserva Federal de Estados Unidos (conocida informalmente como la Fed), también ha puesto en la mira los riesgos climáticos para las finanzas públicas.
La gobernadora del Banco Central, la economista Lael Brainard, anunció que la Fed planea convertir el cambio climático en parte importante de su supervisión en Wall Street con un nuevo comité tendrá la tarea de identificar, desarrollar e implementar un programa para evaluar y abordar los riesgos que el clima representa para las empresas y la estabilidad financiera. En un comunicado mencionó que los análisis que deriven de este grupo de trabajo “evitarán, en la medida de lo posible, riesgos emergentes externos al sistema financiero que podrían iniciar otra crisis financiera, como ha ocurrido con la pandemia”.
Por su parte, la Red para Ecologizar el Sistema Financiero (NGFS, por sus siglas en inglés), conformada por 89 bancos centrales de todo el mundo, incluida la Fed de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, también se ha unido a este llamado climático.
En días recientes publicó una serie de opciones de cómo, desde la política monetaria, se puede impulsar la transición verde y presionar para que las naciones aceleren sus compromisos de reducción de emisiones de carbono, como son ajustar las operaciones crediticias o cambiar las políticas de garantía.
El creciente interés por parte de los inversionistas sobre los impactos que el clima podría tener en la economía global es un aliciente que podría impulsar este año la transición a una economía cero emisiones rumbo al 2050.
Las inversiones verdes en el sector público aún sin avances
Un análisis de Naciones Unidas señala que muy poco del gasto de las 50 economías líderes a nivel mundial destinado a la recuperación post pandemia, puede considerarse “verde”, este representó sólo el 18% (341 mil mdd) del total en el 2020.
El análisis realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Proyecto de Recuperación Económica de Oxford, señala que “en general, hasta ahora, el gasto verde global ha sido insuficiente en relación con la escala de las crisis ambientales en curso”.
Entre las inversiones más significativas están los subsidios españoles y alemanes para proyectos de energía renovable e inversiones en hidrógeno e infraestructura (661 mil mdd); las inversiones para el transporte público limpio e infraestructura para ciclistas y peatones (861 mil mdd); las inversiones en Francia e Inglaterra para aumentar la eficiencia energética (352 mil mdd) y las inversiones en la regeneración de ecosistemas y reforestación (563 mil mdd), especialmente en Estados Unidos y China.
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